Agradecido. Meditando en un recorrido mental por mi vida, observo que he sido muy agraciado. Primero, tuve los mejores abuelos paternos, ya que ellos Edilia y Eladio me enseñaron el amor incondicional. Luego tuve la mejor madre del mundo, Aida, que siempre me apoyó y acompañó en todos mis momentos, alegres y tristes. Mi padre, Eugenio, no pudo haber sido mejor, ejemplo de honestidad, trabajo, esfuerzo, moral y apoyo; siempre presente, inteligente, con una buena respuesta a cualquier interrogante, amado y respetado por todos, en fin. mi gran orgullo y a quien amo incondicionalmente como me enseñaron sus padres. Quizás, yo no sea su orgullo, el mejor hombre, tampoco llené sus expectativas, pero viví, experimenté e hice lo que me hizo feliz.
Tuve parejas con quienes compartí bellas experiencias y aunque nos separamos, siempre dejaron recuerdos, de los que atesoro los buenos. Amigos leales de mas de 40 años cuyos recuerdos siempre son gratos. También hubo experiencias fallidas, otras exitosas, pero todas me enseñaron a ser consciente y reconocer que todo lo que ocurre y ha ocurrido en mi vida, siempre fué, es y será para mi beneficio, para experimentar y aprender. Aprendí que el amor es el motor de la vida, por eso solo hago lo que amo, cantar, actuar y servir a mis semejantes sin esperar nada mas que mi necesaria remuneración.
Conocí y conviví con personas tóxicas, egoístas a quienes también debo agradecer, porque me forjaron y aprendí a amarme de tal manera que me liberé de la necesidad de ser amado. Aprendí que los ciclos no se cierran, solo se inician nuevas etapas. que los conflictos y las relaciones deben terminar en paz, porque si no, quedan pendientes. Comprendí que si alguien no quiere estar en mi vida, mi demostración de amor y respeto es dejarle partir. Que nadie puede dañarme sin mi permiso, solo me afecta lo que yo quiero o permito. Lo más importante fué aprender que mi vida es lo que transcurre en mi, no a mi alrededor: que la realidad es neutra y la percibo por mis sentidos; los juicios que tenga de ella son creados por mi mente y por lo tanto no existen.
Hoy entiendo que debo agradecer por mis progenitores, todo el que llegó a mi vida y por el amor recibido, porque hasta las malas acciones son una muestra de amor del universo, para que aprendiera a amarme y a valorarme. Gracias, por tu amor, por tu indiferencia, por tu intriga, por tu respeto, por tu maldad, por tu bondad, por tu lealtad, por tu hipocresía, por tu honestidad, por tus mentiras. Gracias doy al universo por ser tan agraciado y por darme todas las situaciones, personas y herramientas necesarias, para hoy ser sano, feliz y sereno. Ya no temo a la muerte, mas bien la anhelo, porque sé que ella también es una experiencia que debo vivir, disfrutar y aprender. deseo a todos que alcancen su consciencia, para que vivan la vida en instante presente, descubran el maravilloso ser que hay en cada uno de ustedes y dejen de sufrir por un pasado, un futuro, un paradigma o pensamiento que solo existen en la mente, no son reales. Qué ridículos nos sentimos, cuando descubrimos que sufrimos y dejamos de vivir por cosas que no existen. Vivan como cualquier animal, un tigre, una pájaro, un cerdo, entre otros. Decimos que somos los mas inteligentes y la pregunta es; ¿por qué ellos no sufren la vida? ¿porque ellos son mas felices que nosotros? y ¿por qué ellos no se enferman en su hábitat y nosotros aún no sabemos vivir?
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