Gracias vida, Gracias universo.
Agradecido. Meditando en un recorrido mental por mi vida, observo que he sido muy agraciado. Primero, tuve los mejores abuelos paternos, ya que ellos Edilia y Eladio me enseñaron el amor incondicional. Luego tuve la mejor madre del mundo, Aida, que siempre me apoyó y acompañó en todos mis momentos, alegres y tristes. Mi padre, Eugenio, no pudo haber sido mejor, ejemplo de honestidad, trabajo, esfuerzo, moral y apoyo; siempre presente, inteligente, con una buena respuesta a cualquier interrogante, amado y respetado por todos, en fin. mi gran orgullo y a quien amo incondicionalmente como me enseñaron sus padres. Quizás, yo no sea su orgullo, el mejor hombre, tampoco llené sus expectativas, pero viví, experimenté e hice lo que me hizo feliz. Tuve parejas con quienes compartí bellas experiencias y aunque nos separamos, siempre dejaron recuerdos, de los que atesoro los buenos. Amigos leales de mas de 40 años cuyos recuerdos siempre son gratos. También hubo experiencias fallidas, otras...